miércoles, 23 de octubre de 2019

Practicidad de la ética

Primer fragmento de la Conferencia pronunciada por Robert Spaemann en un Simposio de la Fundacion Siemens, en Munich, el 27 de mayo de 1997 titulada: Wie praktisch ist die Ethik? Publicada en en el libro de la editorial Eiunsa Robert Spaemann: Límites. Acerca de la dimensión ética del actuar con el título ¿En qué medida es práctica la ética?


Sentando las bases

Hegel
El actual boom de la ética es sospechoso. Parece justificar a posteriori a Heidegger, que mantuvo la ética fuera por completo de su canon de enseñanza. Y también a Hegel. «Amor fati est principium philosophiae moralis» (1). Esta tesis de habilitación de Hegel no permite esperar ninguna enseñanza específica acerca de lo que se ha de hacer en una situación determinada.

Según una antigua expresión, lo moral es aquello que se entiende por sí mismo. Quien, con ánimo de crítica o apologético, reflexiona sobre esa evidencia y la tematiza, acaba con ella. «Toda palabra pronunciada suscita su contraria» (Goethe). La equiparación de Hegel de moralidad con costumbre racional, en la que lo que uno debe y no debe hacer tiene ya realidad, se basa en esa visión; al igual que la condena de Kant del «sutilizar» en asuntos morales. Pero quien se mantiene dentro de lo obvio no parece que esté haciendo filosofía. Renuncia al cumplimiento discursivo de sus pretensiones de validez, que no obstante todo el mundo formula, también el relativista.

Formalmente el relativismo es también una forma del universalismo europeo; probablemente, incluso, aquélla en la que éste se aleja con más arrogancia del consenso moral de todas las épocas y culturas. Se puede considerar que la tarea de la filosofía consiste en desarrollar los fundamentos axiomáticos de ese consenso y reclamar para ellos algo así como «evidencia». Pero esta pretensión, una vez haya sido elevada formalmente, dará de inmediato lugar a nuevas controversias, sobre todo porque desde Descartes la evidencia misma no vale ya como criterio de verdad inapelable. Podría tratarse de idiosincrasias del género humano, ya sea con o sin genius malignus (2). Desde entonces, lo filosófico no radica ya en apelar a tal evidencia sino, en todo caso, en la justificación de esa apelación.
Dieter Henrich

La filosofía se convierte así en un discurso que no puede tener conclusión; y cuyo contenido son, por cierto, según expresión de Dieter Henrich, «ideas conclusas». Pero estas ideas conclusas no concluyen nada, sino que son momentos dentro de un discurso que produce nuevas ideas conclusas. ¿Puede ese discurso orientar la praxis? Descartes creía que no.

En lo que a la praxis se refiere es indiferente en qué nivel de reflexión se hallaba el consejo erróneo que siguió el agente. Quizás el correcto se hallaba en un nivel de reflexión más bajo. Concedido, se puede objetar, pero en tal caso el discurso reflexivo finalmente lo descubrirá y asumirá. Antes, apenas puede uno distinguir el correcto del erróneo. Esta objeción está justificada siempre que se refiera a la corrección en sentido técnico y a la ciencia que la examina. Si nos fijamos un poco más veremos que esta corrección no es en realidad práctica sino teórica; a saber, la corrección de un supuesto sobre relaciones causales; es decir, sobre lo que uno tiene que hacer si quiere alcanzar determinado objetivo. Se trata aquí de los así llamados «imperativos hipotéticos» en sentido kantiano.


(1) Amor fati est principium philosophiae moralis (El amor al destino es el principio de la filosofía moral). Hegel realizó doce tesis de habilitación. La décima se titula Principium scientiae moralis est reverentia fato habenda (El principio de la ciencia moral es la reverencia al destino dado) que es a la que debe referirse Spaemann. Fuentes: http://contuberniocanibal.blogspot.com/2010/05/12-tesis-de-habilitacion-hegel.html y http://foro-spaemann.blogspot.com/2019/06/respuesta-lo-incontrolable.html
(2) La hipótesis del genio maligno es un recurso argumentativo propuesto por René Descartes en las Meditaciones metafísicas. Con él Descartes culmina la duda metódica, que adquiere así la máxima radicalidad. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Hip%C3%B3tesis_del_genio_maligno


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