martes, 26 de enero de 2016

¿Son todos los hombres personas? (y 5)

¿Hay vidas indignas?

Quisiera hacer a modo de conclusión una observación sobre el actual debate acerca de la llamada vida indigna. Según Hoerster los defensores de la eutanasia se preguntan por el valor que una vida tiene para el propio hombre que la vive. Se empieza con argumentos sentimentales y se termina con la brutal eliminación de todos aquellos sobre los que uno se permite juzgar que su vida no es digna de ser vividaHay de hecho una fluida frontera entre la muerte en bien de la sociedad y la muerte en función del bienestar del propio enfermo. Si una vez se da libremente muerte a petición del enfermo, entonces se puede prever que se espera de los hombres enfermos y ancianos que expresen el deseo de ser matados. Si un enfermo crónico ve que constituye una carga para los que le rodean y sabe que puede liberarles de esa carga si desea la muerte y si sabe además que se considera como algo aceptable expresar un deseo así, entonces el continuar viviendo resultará para él personalmente algo insoportable y expresará finalmente el deseo de ser liberado de un horrible sufrimiento. Pero el dolor está causado porque aparece como algo de lo que él es culpable, porque los otros deben emplear tiempo, fuerzas y dinero para cuidarle. Sólo es inocente si la expresión de tal deseo o incluso su cumplimiento, está fuera de toda discusión.

Vivimos en una sociedad hedonista. Esta sociedad es en potencia terrorista. Hay en ella algo así como una obligación de ser feliz, una obligación de keep smiling. La visión del dolor, el sufrimiento, la enfermedad, la deformidad y la muerte aparece como algo insoportable… El dolor no debe existir. Esta es la máxima más alta. Por tanto, si no se le puede ayudar, podrá desaparecer el dolor en la medida en que se haga desaparecer al que sufre.

Pero la inconmensurabilidad de la persona, el hecho de que ella tiene una dignidad y no un valor, significa que el valor de su vida no puede ser medido según ninguna escala de valores.

Muerte natural y eutanasia
La apelación a la eutanasia se podía prever desde hace tiempo… como consecuencia de una práctica indigna del hombre de prolongar la vida de un modo violento. Las posibilidades de la medicina de alargar la vida se han extendido de un modo tan poderoso, que la regla anteriormente dotada de significación, de hacer siempre todo lo posible para mantener a un hombre en vida, carece ya de sentido. La medicina está o bien para mantener a un organismo en vida de un modo artificial, que asumirá después otra vez sus funciones vitales, o bien para apoyar al organismo que todavía tiene en él una tendencia a la vida, precisamente para proteger esa tendencia.

Se debe aprender y realizar de nuevo una nueva práctica en la que se deje morir de una manera digna del hombre, en vista de las nuevas posibilidades técnicas. El médico debe mantener claramente su papel al servicio de la vida y no puede situarse como señor de la vida y de la muerte. Las consecuencias prácticas de esta exigencia quedan fuera del tema de este artículo. Pero la exigencia misma es una consecuencia necesaria del hecho de que todos los hombres son personas.


lunes, 25 de enero de 2016

¿Son todos los hombres personas? (4)

Consecuencias prácticas de la separación

¿Qué consecuencias se pueden derivar de separar conceptos de persona y ser humano? Si solo son personas aquellos seres que de hecho disponen actualmente de las propiedades de conciencia del Yo y racionalidad, entonces está permitido matar a alguien que duerme, impidiéndole que despierte. Pues mientras duerme, no es, aparentemente, una persona.
La definición de persona a partir de la racionalidad es falsa. La racionalidad es algo derivado. Todavía más fundamental que la racionalidad es aquello que en la filosofía se denomina intencionalidad en general. Con esta palabra denominamos actos y actitudes que no son descriptibles como estados de un ser que se pueden observar, sino el estar orientado hacia estados de cosas que solo podemos percibir en la medida en que miramos en la misma dirección.
Algo semejante ocurre con los deseos, aspiraciones y acciones humanas. Una acción se diferencia de cualquier otro acontecimiento de la naturaleza en la medida en que es intencional, es decir, en cuanto que mediante ella se quiere algo. Y la entiendo como acción sólo cuando entiendo esa intención. Consideramos como racionales solo aquellas acciones en las que entendemos tanto la intención como la visión del mundo que tiene quien actúa.

¿Qué pasa con los discapacitados?


Una enfermedad del espíritu no destruye la persona. Por lo que se refiere a hombres muy débiles, que claramente no son capaces de expresiones de una vida personal, tampoco tenemos ningún motivo para no considerarlos como personas y tratarlos como tales. Ellos no son, de ninguna manera, seres de otro tipo. Los podemos describir como defectuosos, como enfermos. Esto quiere decir que no están asentados en un nicho ecológico propio que una naturaleza no personal les proporcionara. No poseen, como los seres vivos no humanos, instintos que les proporcionarían una orientación segura en el mundo en lugar de la razón. Simplemente, les falta algo. Su naturaleza es defectuosa y si pudiéramos, intentaríamos curarlos, porque partimos de que tienen una naturaleza humana. Ellos están necesitados de nuestra ayuda. Nuestra propia dignidad como personas no se hará más clara por otra cosa que por la ayuda que prestemos a esos seres, aunque no haya en ellos nada que despierte nuestra simpatía. Experimentar el enriquecimiento que obtenemos mediante ello, es ya un signo de una madurez de la persona cuyo desarrollo es impedido por ideas como las de Singer.


domingo, 24 de enero de 2016

¿Son todos los hombres personas? (3)

Desvinculación entre ser humano y persona

Desvincular los conceptos ser humano y persona adquiere una especial relevancia cuando sólo se reconoce como personas a los seres humanos que cumplan unos determinados requisitos. Basándose en este criterio se pueden eliminar las vidas consideradas como indignas, es decir cuando se hace desaparecer aquellos rostros que no cumplen determinados requisitos cualitativos.

Peter Singer
Norbert Hoerster
Singer considera como un error hablar de algo así como derechos del hombre. Para él, queda fuera de toda duda que todo lo que del hombre se deriva, hombre es, incluyendo al individuo del género humano no nacido… Pero destacar a los hombres porque son hombres puede considerarse, según él… como un especismo. Especismo es la toma de partido por la especie y no existe ningún motivo razonable para dicho partidismo. Más bien deberíamos conceder los derechos a aquél ser que dispone de determinadas propiedades y capacidades, es decir autoconciencia y racionalidad. Sólo dichos seres serían por tanto personas… Las ideas de Singer fueron introducidas en el debate jurídico por el filósofo del Derecho Norbert Hoerster… Lo que Singer, Hoerster y otros combaten es el que la pertenencia al género humano fundamente el derecho a la vida.

¿Persona = Ser humano cualificado?

Para responder a los que cuestionan la personalidad de todo ser humano Spaemann recurre al término naturaleza. Según el punto de vista clásico, la naturaleza humana es esencialmente una naturaleza racional. En un hombre adulto normal se muestra lo que un hombre en virtud de su esencia es. En él vemos que un hombre es un alguien que de un modo esencial es una persona. Así, no existe ningún motivo para no considerar como personas y tratarlos como tales a aquellos que poseen la misma naturaleza, aunque de un modo todavía no desarrollado o de una manera defectuosa. Ser persona no es una determinación cualitativa, sino que persona es aquél que posee dichas cualidades. Es esencial para la naturaleza humana el ser poseída por una persona, es decir, por un alguien.

La personalidad no es de ninguna manera un estado de cosas cualitativo, descriptible por medio de determinados predicados, sino que determinados estados de cosas descriptibles cualitativamente constituyen para nosotros signos por los que las personas se dan a conocer. Puesto que Singer no conoce un alguien así, que se da a conocer o se esconde, tampoco puede desempeñar para él ningún papel el concepto de una conciencia o autoconciencia potencial. Nuestro concepto de lo potencial, nuestro concepto del poder, de la disposición, presupone siempre un alguien que puede algo, sin que lo haga en ese momento. Las personas son sujetos de poder, de capacidad. No tiene por tanto ningún sentido, hablar de personas en potencia. Las personas no son nunca en potencia, son siempre algo real. La personalidad tampoco se desarrolla, sino que es aquello que dota a un determinado desarrollo humano de su carácter específico… Persona no significa aquello que un hombre puede llegar a ser, sino aquél hombre que puede llegar a ser algo.


sábado, 23 de enero de 2016

¿Son todos los hombres personas? (2)

Evolución del concepto persona
Boecio

Spaemann expone el recorrido del concepto persona a través de los siglos. La antigüedad precristiana entendía por persona el papel desempeñado en una obra de teatro o en la sociedad. Más adelante incorporó el concepto la teología católica para desarrollar la doctrina de la Trinidad, donde se habla de las Personas divinas como aquello que soporta el ser de Dios (la esencia divina), y de la única Persona de Cristo, que posee dos naturalezas, la divina y la humana. Este concepto de persona será trasladado posteriormente al hombre. Posteriormente Boecio da una definición que será adoptada en los siguientes mil años: persona est individua rationalis naturae substantia… La persona no es un algo…, la persona es alguien. Efectivamente, aquél alguien que me contempla desde un rostro humano y sobre quien no puedo disponer nunca como de una cosa.
Locke
Hume

El empirismo inglés cuestiona esta definición. Locke es el primero que ha diferenciado entre persona y hombre. Hombre es un determinado tipo de organismo. La persona no es un alguien, no es algo así como un ser, sino una determinada combinación de conciencia y recuerdo en la cual alguien se atribuye a sí mismo determinadas acciones… Según él, un hombre sólo podría ser hecho responsable de aquellas acciones de las cuales se acuerda.
Este punto de vista… condujo a David Hume a eliminar totalmente el concepto de identidad personal… Existen estados de conciencia, pero no alguien que porte esos estados.

Kant
Kant reconduce el significado del concepto persona dejando claro que no podemos pensar el concepto de pensar sin pensar al mismo tiempo un sujeto que piensa. Y ha expresado la inevitable convicción que todos tenemos respecto a la inconmensurabilidad de la persona en relación al resto de lo que aparece en el mundo… al decir que las cosas pueden tener un valor, pero todo valor tiene su precio. Los hombres, en cambio, no tienen valor, sino dignidad.

Parfit
De nuevo desde el empirismo anglosajón se cuestiona la vinculación entre ser humano y persona Parfit… no intenta separar el concepto de persona del de hombre, sino reducirlo al absurdo, para lo cual toma multitud de ejemplos del mundo de la ciencia ficción… Pretende mostrar que el concepto de identidad personal es vago y convencional… Habla en favor de una concepción budista del mundo en la que la individualidad se reduce a apariencia. Lo que realmente existe son estados de conciencia y recuerdos heredados. Esos recuerdos no fundan una identidad sino algo así como una herencia. Un hombre que despierta después de haber dormido, no es el mismo que se duerme. El ha heredado de aquél sólo determinados recuerdos… Parfit concluye: el hombre que yo seré dentro de cinco años no es en realidad otra cosa que alguien que viene detrás de mí.

Siguiendo a rajatabla los planteamientos empiristas mencionados las personas estarían incapacitadas para adquirir compromisos, pues estos estarían expuestos al recuerdo de los contrayentes, que además podrían objetar que los realizó una persona diferente.






¿Son todos los hombres personas? (1)

Prólogo a la nueva etapa del blog

Se inicia una segunda etapa en este blog en la que se irán reproduciendo distintas manifestaciones de Robert Spaemann. Se hará de forma resumida, modificando en ocasiones la secuencia de exposición, incorporando epígrafes y haciendo algún comentario. Como se comentó al inicio del blog, mi propósito es difundir el pensamiento de este filósofo estando convencido de que sus reflexiones pueden ser de gran utilidad.

Introducción
Levinas

El primer texto escogido es un artículo titulado: ¿Son todos los hombres personas? (1) Como ya se expuso anteriormente al tratar sobre la visión antropológica de Spaemann, hay tres conceptos que afectan al ser humano que van unidos: naturaleza, persona y dignidad. Naturaleza humana es aquello que tenemos en común todos los seres humanos, persona es aquello que nos distingue a unos de otros y dignidad es el valor que tiene cada ser humano por sí mismo. Todo ello conduce a contestar afirmativamente a la cuestión planteada.
El desarrollo argumental parte de una cita del filósofo francés de origen judío Levinas, para luego hacer un recorrido por la evolución del concepto persona y poniendo mayor énfasis en contrarrestar los argumentos de los que separan los conceptos de ser humano y persona, haciendo especial hincapié en las tesis que defiende Peter Singer.
Al final del texto se indica el enlace donde se encuentra el texto íntegro del artículo.

Levinas: rostro y mirada

Emmanuel Levinas en su obra Totalité et infinit escribe sobre la infinitud que aparece ante nosotros en el rostro de los demás. Infinitud significa… algo inconmensurable… La mirada de un hombre que se dirige a mí… de ninguna manera es un objeto. Al respecto Domingo Fernández Agis escribe (2): En Altérité et trascendance señala Levinas… “este rostro del otro, sin recursos, sin seguridad, expuesto a mi mirada en su debilidad y en su mortalidad es el que me ordena: 'No matarás'”… Es a esto a lo que Levinas se refiere cuando habla de mirar un rostro: desde el momento en que miramos una mirada, vemos un rostro y desde él alguien se abre a nosotros, nos habla, deja ver algo que va más allá de lo que agota su ser en el hacerse visible. Pues no olvidemos que un rostro no es una máscara, que ser persona es tener un rostro, lo que es tanto como ser uno para poder ser otro para el otro.

(1) Robert Spaemann: ¿Son todos los hombres personas? Publicado: 18 Abril 2002 (www.almudi.org/articulos/7290-Son-todos-los-hombres-personas-Robert)
(2) Domingo Fernández Agis en su artículo La ética de Levinas, un pensamiento de la responsabilidad (www.revistadefilosofia.org/45-09.pdf)