Confundida con la autoconservación
También los fines humanos son fines naturales. Y la doctrina del alma humana forma parte de la «física»... El arte del carnicero no define el arte del pastor. Precisamente esto cambia en el mundo moderno. En él, el mercado prescribe al criador cómo tiene que atender a los animales, y este modo de atenderlos no va encaminado en modo alguno al bien de los animales. Los puntos de vista del defensor de los animales son externos a los del ganadero y es necesario hacerlos valer «desde fuera»
continuación
La idea clásica de la jerarquía de fines presuponía algo así como una teleología objetiva: las cosas son fines no sólo para sí mismas, sino que son fines naturales en sí mismas. La ontología moderna sólo conoce fines como tendencias de la autoconservación, esto es, de la conservación de lo que es. Cabe decir que la definición de la teleología como «tendencia a la autoconservación» es una inversión de la teleología (14). Dondequiera que en la moderna biología se hable de teleología y se simule estructuras teleológicas mediante modelos cibernéticos, el «telos» se está entendiendo en cada caso solamente como «telos para el respectivo sistema». La funcionalidad está definida siempre por la autoconservación. Aristóteles, en cambio, había interpretado la autoconservación como la forma más baja de la tendencia de todo lo finito a participar en lo eterno. La tendencia a perdurar en el tiempo es, por así decir, la imitación de una inalcanzable identidad con lo eterno. La filosofía medieval intentó pensar la teleología «objetiva» bajo el concepto de la repraesentatio. La filosofía preparó en el siglo XV la destrucción de la teleología. Leibniz y Kant observaron, empero, que esa destrucción sólo resulta inteligible como expresión de determinados fines de la razón, si bien dichos fines son necesarios.
Kant fue el primero en analizar el diferente estatus teórico de los enunciados teleológicos y de los enunciados causales. Dado que para Kant «teoría» significa «física», la función teorética de la teleología era solamente una función regulativa, es decir, de orientación de la teoría como praxis de la investigación. El objeto de la física se constituye sin asunciones teleológicas (15). No así el objeto de la biología. Es cierto que también la investigación sobre él es similar a la propia de la ciencia física, pero si fuese exhaustiva, al final dicho objeto desaparecería como tal objeto específico. En ese sentido, decir que para él la teleología es solamente un principio heurístico ** de la investigación causal es una reconstrucción insuficiente de la tesis de Kant. Y es que en esa tesis hay una paradoja. El principio heurístico daría alas a una investigación a cuyo final desaparecería el objeto de esa investigación, y con él el motivo para investigar ese objeto en vez de cualquier otro; así pues, procesos que constituyen la especie del pato, pero no los procesos que han llevado a que en un determinado recodo del camino haya unos junto a otros una planta de fárfara, dos botellas de cerveza, tres cantos rodados y cinco briznas de hierba. Kant pensaba que los organismos son objetos de un tipo especial y que nunca se dará su reconstrucción completa, ni por lo tanto su eliminación como objetos específicos: que no aparecerá «el Newton de la brizna de hierba». No pudo dar a su conjetura una fundamentación realmente concluyente.
(15) En todo caso es eso lo que sucede en el momento en que se redactan los Principios metafísicos de la ciencia natural. En la introducción a la Crítica del juicio, la naturaleza se presupone como sistema de los fines para nuestra facultad de conocimiento a priori: cfr. a este respecto Simon, J. «Teleologisches Reflektieren und kausales Bestimmen», Zeitschrift für philosophische Forschung (1976), pp. 369-388. En el Opus postumum esta posición se aleja todavía más del concepto de naturaleza del Kant crítico, cfr. a este respecto Hübner, K., «Leib und Erfahrung in Kants Opus postumum», Zeitschrift für philosophische Forschung (1953), pp. 204-219. Y últimamente sobre todo: Low, R., Philosophie des Lebendigen. Frankfurt am Main. 1980
*Conferencia pronunciada en Hannover el 12 de noviembre de 1977 para inaugurar el III Congreso Internacional sobre Leibniz y publicada en Zeitschrift für philosophische Forschung, 32 (1978). pp. 481-493. Artículo completo en https://www.unav.edu/publicaciones/revistas/index.php/anuario-filosofico/article/download/29974/25870
**Heurístico: 2. f. Técnica de la indagación y del descubrimiento. / 4. f. En algunas ciencias, manera de buscar la solución de un problema mediante métodos no rigurosos. (RAE)
**Heurístico: 2. f. Técnica de la indagación y del descubrimiento. / 4. f. En algunas ciencias, manera de buscar la solución de un problema mediante métodos no rigurosos. (RAE)