jueves, 3 de junio de 2021

Responsabilidad delimitada

Primer fragmento del artículo publicado con el título Verantwortung als ethischer Grundbegriff. Extraído del trabajo Christliche Verantwortungsethik, editado por Johannes Gründel, Leben aus christliche Verantwortung. Ein Grundkurs der Moral. 1. Grundlegungen, Düsseldorf, 1991, pp. 113-133. Reproducido en español en Límites: Acerca de la dimensión ética del actuar, capítulo 15

Por algo y ante alguien

El concepto de «ética de la responsabilidad» tiene la peculiaridad de que convierte un determinado fenómeno moral, social y jurídico –precisamente el de la responsabilidad- en un modelo con el que interpretamos en su totalidad nuestra orientación moral a la acción. Un ejemplo cotidiano nos permitirá mostrar de modo intuitivo qué denominamos «responsabilidad».

El médico me receta un medicamento y me indica que tome diez gotas tres veces al día. Cumplo esa prescripción. La responsabilidad de que se me recete el medicamento correcto y de que mi forma de tomarlo sea la correcta es del médico. Se la he confiado, y lo he hecho en virtud de su competencia específica para juzgar la conexión entre la acción de ciertos agentes químicos y las modificaciones del organismo.

Ahora bien, la responsabilidad médica está sujeta a diversos límites. Por ejemplo, el médico tiene que poder confiar en que el envase comercial contenga realmente lo que dice el prospecto. Tiene que confiar asimismo en que la enfermera ponga la inyección que él ha pedido. Normalmente, él no será responsable de los posibles errores de la enfermera, y tampoco de las ulteriores consecuencias del éxito de su actuación que afecten a terceros; por ejemplo, no será responsable de que regrese a casa un padre tiránico que arruina las vidas de su mujer y de sus hijos y a quien todos querrían ver muerto y enterrado.

El ethos médico del profesional que extendiese la responsabilidad de la que extrae las reglas para su acción a todas esas consecuencias ulteriores estaría corrompido; tendríamos buenas razones para no confiarnos a él. Sólo le será lícito asumir una responsabilidad que vaya en esa dirección, y ocuparse así de la ulterior conducta de su paciente, una vez que haya cumplido su responsabilidad específicamente médica.

La responsabilidad es siempre responsabilidad por algo y responsabilidad ante alguien. Ese alguien es para el médico en primer lugar el paciente que le confía la responsabilidad por su salud. En segundo lugar, en determinadas circunstancias, el colectivo de asegurados, en la medida en que los gastos del tratamiento recaigan sobre terceros.

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