El hombre natural
La inconmensurabilidad * de una naturaleza naturalista del hombre con su personalidad se pone de manifiesto de modo ejemplar en el siglo XVIII en la construcción que Rousseau hace de la historia natural del hombre (9) .

Rousseau, por el contrario, pretendió entender la naturaleza del hombre haciendo abstracción de todas las condiciones históricas y sociales. Lo natural no se muestra al final, sino en la pureza del principio. Evidentemente, el modelo de Rousseau era el procedimiento de los teólogos de los comienzos de la Edad Moderna que apelaban al constructo de un "status naturae purae", divorciando así fictíciamente al hombre del contexto fáctico de la historia sagrada en la que está situado desde el principio y que hace posible considerar a Cristo como el Hombre ejemplar . Pero como también la razón del hombre es histórica, en esta abstracción radical de toda historia se pierde también la definición del hombre como animal rationale.

Son factores contingentes los que ponen en marcha el proceso histórico de humanización. Ciertamente, las condiciones de posibilidad de tal "salida de la naturaleza" debían estar ya de alguna manera en la "naturaleza originaria del hombre". Rousseau habla de la "perfectibilté" como su decisiva condición de posibilidad. A pesar del sentido de la palabra, perfectibilité no significa nada teleológico. Quiere decir algo así como una potencia oboedientialis, no que el hombre apunte a un determinado estado de plenitud. No significa otra cosa que lo que la Antropología posterior ha caracterizado como una "apertura instintiva". El hombre es "libre" desde el principio en un sentido negativo, al no estar determinado por una integración instintiva en su medio. Y así, puede suceder que el hombre natural, en cualquier momento del curso histórico de los planetas y por causas contingentes, entre en un desarrollo que le convierta en hombre en el sentido de un ser histórico, moral y religioso.

(9) Cfr. R.Spaemann, Rousseau. Bürger ohne Vaterland, München 1980.
(10) Aristóteles, Etica a Nicómaco, 1112 b 25.
(10) Aristóteles, Etica a Nicómaco, 1112 b 25.
*inconmensurable:
Del lat. incommensurabĭlis.
1. adj. No conmensurable.
2. adj. Enorme, que por su gran magnitud no puede medirse.