Hermenéutica y cientificismo
...un dilema moderno que ya había sido visto por Descartes. A Descartes se le planteaba en primer lugar bajo la forma de una imposibilidad de concebir la unidad de alma y cuerpo, de res cogitans y res extensa...
La historia ulterior de este dualismo es bien conocida. La interpretación hermenéutica* de nuestra autocomprensión histórica sigue las palabras de Dilthey: "lo que es el hombre, sólo la historia se lo dice" (5).
Y en una teoría de la historicidad desemboca también el enfoque fenomenológico de Heidegger, que se resistió tan enérgica como inútilmente a ser leído como una "Antropología". Por un lado, el hombre es en Ser y tiempo presupuesto trascendental del mundo y su lenguaje es "la morada del ser"; y por otro lado, se encuentra en el mundo como un suceso entre otros sucesos. Pero Heidegger intentó -con la expresión "estar arrojado"- integrar precisamente esa contingencia que el hombre comparte con todos los seres en la hermenéutica de la existencia humana, interpretándola como momento interior de su propia experiencia. Sin embargo, su intento no fue más que la contrapartida dialéctica a las distintas formas de reduccionismo materialista que interpretan al hombre como un producto de la naturaleza programado para la supervivencia y que integran funcionalmente todo el "reino del espíritu" en esa interpretación. Incluso estas mismas interpretaciones pueden invocar formalmente la idea heideggeriana de la existencia como "preocupación".
El propio Heidegger abandonó posteriormente la filosofía de la subjetividad como punto de partida de su ontología**. Pero éste no es el tema. Lo que quiero señalar es lo siguiente: el dualismo entre hermenéutica y cientificismo en lo referente a la pregunta "¿qué es el hombre?" parece adoptar la forma de un empate insuperable. Para caracterizar nítidamente ambos extremos y poner a la vez de manifiesto en qué coinciden, mencionaré sólo dos autores más: Sartre y el biólogo molecular Dawkins.
Pero, ¿es éste acaso el prototipo del mirar humano? La rebelión de Sartre contra el ser-visto es, por supuesto, impotente. El hombre no sólo ve, sino que es visto: por otros hombres, por los animales, por Dios. El hombre carece de camuflaje y tampoco es como Dios, que tiene que mostrar su rostro para poder ser visto. Pero la finitud no equivale al infierno. Tampoco es, como decía Leibniz, el malum metaphysicum. Y la mirada bajo la cual el hombre se hace hombre, la mirada de la madre al niño recién nacido, es por lo general una mirada de amor.
Ciertamente, para el biólogo Dawkins esa mirada se convierte a su vez en objeto de un reduccionismo cientificista. "Una madre es una máquina para la propagación óptima de sus genes", ya que "somos máquinas para la supervivencia, robots ciegamente preparados para la conservación de esas moléculas egoístas que llamamos genes" (6).
(5) Dilthey, Gesammelte Werke, t.VIII, p. 224.
(6) R.Dawkins, Das egoistische Gen, Berlin 1978, pp. 145 Y VIII.
*Hermenéutica: Técnica o método de interpretación de textos
**Ontología: Parte de la metafísica que estudia el ser en general y sus propiedades
Metafísica: Parte de la filosofía que trata del ser, de sus principios, de sus propiedades y de sus causas primeras.
(6) R.Dawkins, Das egoistische Gen, Berlin 1978, pp. 145 Y VIII.
*Hermenéutica: Técnica o método de interpretación de textos
**Ontología: Parte de la metafísica que estudia el ser en general y sus propiedades
Metafísica: Parte de la filosofía que trata del ser, de sus principios, de sus propiedades y de sus causas primeras.
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