lunes, 7 de noviembre de 2016

Naturaleza y racionalidad

Del libro de Robert Spaemann LO NATURAL Y LO RACIONAL. ENSAYOS DE ANTROPOLOGÍA. Título original: Das Natürliche und das Vernünftige. Aufsatze zur Anthropologie, Piper, München-Zürich, 1987. Traducción: Daniel Innerarity y Javier Olmo.

ÍNDICE 
Primer ensayo: 
Sobre el concepto de una naturaleza del hombre 
Segundo ensayo: 
Ser y haber llegado a ser. ¿Qué explica la teoría de la evolución 
Tercer ensayo: 
Sobre el concepto de dignidad humana 
Cuarto ensayo: 
Lo natural y lo racional 

DULCISSIMAE MATRIS MEMORIAE 

PREFACIO 

La pregunta " ¿qué es el hombre?" es muy distinta de la pregunta " ¿qué es un gorrión?". A esta última respondemos enumerando las características en virtud de las cuales identificamos a un pájaro como gorrión. La pregunta por aquello que hace al hombre tal, no se refiere a la clasificación de objetos, sino que forma parte -en tanto que pregunta 
por la esencia- de un proceso histórico de autocomprensión y autoafirmación del hombre en un contexto de desafíos cambiantes. Esta autoafirmación es hoy desafiada por el cientificismo, esto es, por una determinada concepción acerca de la función que la ciencia ha de desempeñar en la totalidad de nuestra vida.

La ciencia moderna se presenta como una objetivación radical del mundo y su consiguiente subordinación radical a nuestros fines. Por ser antropocéntrica, debía prohibir todo antropocentrismo. La res extensa no podía tener nada en común con la res cogitans, mucho menos "fines" comunes. El cientificismo rechaza la pretensión de considerarnos a nosotros mismos como parte de esa naturaleza a la que hemos despojado de todo parecido con el hombre y reducido a mera objetividad. En el fondo, la propia res cogitans sólo es una res extensa más compleja. Y así, el hombre mismo termina convirtiéndose en un antropomorfismo.


La cuestión que está en el fondo de este libro podría formularse de la siguiente manera: ¿cómo debemos pensar la naturaleza para podernos entender a nosotros mismos como realidades naturales, sin que esto suponga nuestra abolición? ¿Qué puede significar la naturaleza -es la pregunta del primer ensayo- para que tenga sentido hablar de una 
"naturaleza del hombre"?

El segundo capítulo pregunta: ¿sabemos quiénes somos, cuando sabemos cómo se originó nuestra especie? ¿Qué valor tienen, de hecho, para nuestra propia comprensión las historias reconstruidas desde un enfoque genético-funcional, como la teoría de la descendencia? La sugestiva pregunta "¿qué éramos cuando todavía no éramos lo que somos?" es solventada con la siguiente respuesta: ¡no éramos algo distinto, pues todavía no éramos!

El tercer ensayo se pregunta: ¿es la dignidad humana solamente el nombre de una regla de juego para el trato entre los hombres a costa del resto del mundo? ¿No tendrá esa idea su 
fundamento más profundo en el hecho de que el hombre es el único ser vivo que se puede interesar por el resto del mundo? En la medida en que el hombre toma en consideración a lo otro como a sí mismo y lo respeta, supera a toda naturaleza.

El último ensayo profundiza en esta idea. El concepto de "lo natural" es ambivalente. Lo que es "conforme a la naturaleza" no equivale a lo que es "espontáneamente natural", sino 
precisamente a aquello que lleva a su plenitud el concepto de racionalidad. La racionalidad sería una palabra vacía si la naturaleza no nos ofreciera ningún rostro legible. No habría nada sobre lo cual nos pudiéramos entender.

La razón, como realidad práctica, nos puede hacer reales y no sólo objetivarnos. Esto significan las viejas palabras "amor" y "benevolencia". El hombre no se puede reconstruir a partir de los conceptos de la objetividad. "El carácter no reconstruible del hombrepodría ser otro título de este pequeño libro.

Robert Spaemann 

No hay comentarios:

Publicar un comentario