jueves, 26 de enero de 2017

Reflexión sobre categorías políticas (4)

Fragmento del ensayo de Robert Spaemann SOBRE LA ONTOLOGIA DE «DERECHAS» E «IZQUIERDAS» Traducción del alemán: Juan Cruz Cruz

Autoconservación y autorrealización

Quisiera concretar los dos fines, los dos intereses que nos llevan a interpretar la naturaleza de manera ideológica o ateleológica, de la siguiente manera: de un lado, el interés por dominar la naturaleza y, de otro lado, el interés por sentirnos amparados en la naturaleza, de poder comprendernos como parte de la naturaleza y de comprender la naturaleza misma como semejante a nosotros.

La clásica filosofía finalista de la naturaleza estaba acuñada por este interés. Cuando Aristóteles afirma que la piedra cae hacia abajo porque busca su okeios topos, su morada, está utilizando un modo de hablar antropomórfico. Pero cuando decimos que «el perro tiene hambre», ¿estamos ante un antropomorfismo? Platón y Aristóteles sostenían que un modo finalista de hablar, referido a los procesos naturales, no era una simple manera de hablar. Cuando Aristóteles se refiere a Anaxágoras, a propósito de la presencia de la razón en el cosmos, dice que «él era el primer cuerdo entre los delirantes»: y esto suena a nuestros oídos como algo desusado. Un lenguaje teleológico no tolera el predicado «cuerdo». Pero lo que piensa Aristóteles es claro: la pretensión científica de interpretar sin la palabra «hambre» la carrera del perro hacia la escudilla de comida, o de interpretar sin la palabra «alegría» sus ladridos cuando divisa al amo que vuelve, tiene algo de fantástico.

El programa de una reconstrucción afinal del surgimiento de Sócrates, partiendo del estallido primitivo del universo, es comprensible en sus ideas fundamentales. Pero es imposible mantener eso en nuestra cabeza una vez que se lee la Apología platónica de Sócrates. Además quedaría como simple programa, pues esto sólo sería cumplido en un número infinito de pasos. Entregarse extravagantemente al «apeiron» * significa para Aristóteles: ser delirante. Y «delirante» es Empédocles cuando estima que la mutación caótica y la selección de lo que sirve a la conservación son suficientes para explicar el fenómeno del ser organizado finalísticamente. 

Cuando el hombre renuncia a la perspectiva teleológica de la naturaleza tiene también que renunciar a comprenderse él mismo como ser natural, como parte de la naturaleza. Este es el caso de Descartes. En caso de que quiera todavía comprenderse como ser natural, no puede ya comprenderse como un ser al que le conviene lo bueno. Tal es el caso de Hobbes. Este entiende el deseo del hombre como un deseo ciego e ilimitado. No hay ya un bien supremo que pueda poner a la tendencia un límite interno. Sólo hay el mal supremo, a saber, la muerte violenta. El temor —esa madre de la sabiduría— es el único que pone límites al deseo infinito en sí mismo. Y lo mismo ocurre con el principio de realidad en FreudEl representante de este principio de conservación es el EstadoComo la libido del hombre es en sí misma ilimitada, ha de ser ilimitado también el poder represor

Tomar partido por el principio de conservación, por el principio de realidad o por el principio racional —en el sentido de «lo racional»— frente a la tendencia ilimitada del placer, define la posición de «las derechas»Tomar partido por la libido, por el placer, por la imaginación y la utopía, define la posición de «las izquierdas»

«Autoconservación» y «autorrealización» son las dos perspectivas directrices. Lo que ambas tienen en común es la ausencia de una idea de finalidad natural del hombre y de la sociedad. El concepto de telos se divide; los disjecta membra* en cambio, desatan energías, como una escisión atómica.

* 
- Ápeiron. (del griego άπειρον: ilimitado). Concepto introducido por Anaximandro para designar la materia infinita, indeterminada, exenta de cualidad y que se halla en eterno movimiento.
- disjecta membra: miembros dispersos

Texto completo en: http://dadun.unav.edu/bitstream/10171/2196/1/05.%20R.%20SPAEMANN,%20Sobre%20la%20ontolog%C3%ADa%20de%20%C2%ABderechas%C2%BB%20e%20%C2%ABizquierdas%C2%BB.pdf

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