sábado, 2 de abril de 2022

Pedagogía autoritaria

Noveno fragmento del artículo de Robert Spaemann titulado ¿Es la emancipación un objetivo de la educación? Publicado con el título Emanzipation – ein Bildungsziel? en la revista Merkur, número 320, enero de 1975, páginas 11 a 24. Incluido en el libro Robert Spaemann: Límites. Acerca de la dimensión ética del actuar, capítulo 41.

Desconfianza en lo heredado

...la pedagogía de la emancipación no está orientada al despertar de la creatividad de personas sanas; su modelo es el psicoanálisis de enfermos. No quiere enseñar a ver, sino a penetrar con la mirada; no a preguntar, sino a escrutar; no a saber, sino a saber siempre más que el otro. El ingenuo entregarse a una cosa, el entusiasmo, condición de toda creatividad, es desde el principio sospechoso... En el fondo le sucede lo mismo que a la educación muy antigua que nada quería arriesgar, sobre todo no quiere arriesgarse a que el joven al final entienda por autodeterminación algo distinto que sus educadores.

continuación

Mi crítica a la idea de emancipación en cuanto a posible objetivo de la educación se resume en seis puntos:

1. La pedagogía de la emancipación se entiende como escuela de la sospecha. El lugar de las experiencias primarias de valor y de los conocimientos específicos lo ocupa la experiencia del abuso; el lugar del conocimiento de un contenido lo ocupa el conocimiento de las condiciones de su surgimiento; el lugar de la concepción adecuada de una forma histórica de vida lo ocupa la vacía, abstracta y trivial idea de su modificabilidad.

¿Se ha parado alguien a pensar que con quienes han cometido un hecho punible, si en su juventud no han tenido más que experiencias de abusos, hacemos valer esto ante el tribunal como circunstancia atenuante? Sabemos también que las llamadas virtudes de la diligencia, la sinceridad, la disciplina, la modestia, la fidelidad y otras semejantes están expuestas a cualquier abuso y son muy bien recibidas por cualquier sistema opresor y malvado. Pero ¿significa esto que cualquier forma de vida buena sería posible sin estas virtudes? La eliminación de lo que puede ser objeto de abuso, en lugar de combatir el abuso, es en lo que acaba en buena medida la praxis de la ideología de la emancipación. En clase de alemán uno puede analizar cómo se expone en un periódico el curso de una huelga, y hacerlo bajo el aspecto de la distorsión partidista de dicha exposición. Pero cuando éste es el acceso primario a la lengua, ahí el resultado sólo puede ser que, sea como sea, uno será engañado. Lo que importa es mentir en el sentido correcto. Cuál sea el lado correcto, lo dirá el profesor.

O también: leo en un libro sobre modelos emancipatorios de temarios la propuesta de dividir las clases de música en tres niveles: como materia obligatoria, la función social de la música; como optativa, teoría musical; como trabajo colectivo, hacer música. Saber qué es la música, poder disfrutar de ella, adquirir sensibilidad musical es aquí menos importante que saber quién fue el que encargó una sinfonía de Mozart. Una escuela así es una escuela de la falta de alegría. No amplía la experiencia del mundo, no fomenta la creatividad, sino que enseña a adquirir la perspectiva del ayuda de cámara. Antes de saber quién era Schiller se entera uno de que era una persona como tú y como yo que no se llevaba bien con las autoridades. Antes de saber qué es algo uno se entera de que debería ser de otra manera. Y puesto que uno mismo no puede comprobarlo mediante experiencias adecuadas al respecto, tiene que creer al profesor. La pedagogía emancipatoria es autoritaria en el mal sentido.

2. Para poder distinguir las mejoras de otros cambios, por ejemplo, de los empeoramientos, uno tiene que poseer competencia: ha de conocer las reglas de una cosa. El juego del fútbol sólo puede mejorarlo alguien que sepa algo de fútbol. El ajedrez nadie tiene necesidad de mejorarlo, sus posibilidades están aún lejos de agotarse. Un lenguaje musical sólo puede ampliarlo quien domine el vigente en ese momento. Sólo permitiríamos que se ensayara con nosotros un nuevo procedimiento quirúrgico si el cirujano que lo hiciera dominara el viejo. La condición de todo progreso es la apropiación de los estándares heredados unida a la formación de la fantasía creativa y de la competencia comunicativa, esto es, de la capacidad de hacernos entender unos a otros sobre lo que es y lo que podría ser. La adquisición de competencia es la labor que la escuela puede desarrollar en primer lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario