Reconciliación con la naturaleza

No obstante, en un sentido más profundo, la razón práctica es ciertamente reconciliadora. Pone de manifiesto aquellas reconciliaciones falsas que se basan en la exclusión de innumerables seres del círculo de aquellos que se han de reconciliar. El solipsista * no se tiene que reconciliar con nadie. Razón significa reconciliación con lo que está ante ella: con la naturaleza.
La teoría clásica del reconocimiento elaborada por el idealismo alemán es una teoría del reconocimiento mutuo. Por tanto, el reconocimiento conviene sólo a aquellos seres racionales que son capaces, por su parte, del acto de reconocer. Con ello se desconoce que ya la antigua teoría de la naturaleza era una teoría del reconocimiento, pues concedía al ente por naturaleza el ser por sí y la estructura del fin para sí, sobre la base de los cuales formamos con él una comunidad de seres naturales. Pues nos conocemos a nosotros mismos como seres cuya identidad es sólo la realización consciente de una unidad orgánica y vivida ya presupuesta.
Pero, sobre todo, el reconocimiento de un ser racional distinto sólo se puede realizar como reconocimiento de este ser en su naturalidad. Pues si lo reconozco sólo qua ser racional, entonces no es el otro sujeto lo que reconozco, sino mis propios criterios de racionalidad que encuentro realizados en él. Y en la medida en que no los encuentro realizados, le excluyo del reconocimiento (como menor de edad, como demente, como disidente o como hombre inmoral).

Y también la forma del reconocimiento de los seres racionales sólo puede ser la del respeto de su naturaleza, de su cuerpo, de su sexualidad, de su lenguaje. Precisamente porque todo esto, en su particularidad, representa potencialmente el todo, es esa particularidad suya la que ha de merecer nuestro respeto.
*Solipsismo: Forma radical de subjetivismo según la cual solo existe o solo puede ser conocido el propio yo