miércoles, 20 de diciembre de 2017

Distinción entre natural y artificial

Quinto fragmento de la conferencia de Robert Spaemann¿Qué significa el arte imita la naturaleza? recogido de dspace.unav.es/bitstream/10171/8633/1/REV_2_04.pdf

Imitación técnica de la forma de proceder

...el objetivo final de la moderna ciencia natural técnica ya no es la solución de problemas prácticos concretos —a pesar de que los soluciona continuamente—. Su meta final sólo se puede describir como utopía, es decir, como ciencia ficción, a saber, la reconstrucción de la naturaleza. Esta sólo es posible si Voltaire tiene razón al dejar decir a la naturaleza: "Je suis tout art".

(continuación)


¿Qué es lo que distingue lo natural de lo artificial? Al parecer, no sólo el hecho de que lo natural no está hecho por el hombre. Tampoco lo casual y lo necesario están hechos por el hombre. Lo que rechazan los críticos contemporáneos en el concepto clásico de la naturaleza es la idea de una arche kineseos, es decir, la idea de una causa interna del movimiento específico dentro de la misma cosa natural, por tanto, un movimiento que no es, al fin y al cabo, sólo la función de un paralelogramo universal de fuerzas interactivas. Lo que se rechaza es la idea del ser en sí de las cosas naturales, pues el ser en sí implica emancipación de las condiciones de generación.


Nietzsche escribe en este sentido que el último antropomorfismo que había que superar era la idea de las cosas como unidades naturales. Y Nietzsche gustosamente también ha dado el último paso: también es antropomorfa la imagen de nosotros mismos como unidad, la idea de una identidad propia. El hombre mismo sólo es un antropomorfismo. No debemos pensar las cosas según una analogía con nosotros, sino según una analogía de cosas. Pero ésta precisamente no existe, porque sólo están pensadas como analogía de mí mismo.

No quiero discutir aquí esta visión, que es resultado consecuente del cientificismo. La 
ciencia contemporánea es esencialmente investigación de las condiciones. El ser uno mismo, emancipado de sus condiciones de generación, no constituye, como Kant ha visto claramente, un posible objetivo de la ciencia, pues ser uno mismo de esta índole es arché, principio. Pero pensar el principio significa para la ciencia no pensarlo precisamente como principio, sino como consecuencia de condiciones previas. Y pensar algo como un fin en el sentido de telos, significa volver a pensarlo como función

La imitación técnica de la naturaleza prescinde de aquello que ha desacreditado el concepto de naturaleza: el ser uno mismo. No escucha atentamente la naturaleza para saber lo que es, sino cómo procede si es que presuponemos en los sistemas vivos una tendencia a la conservación, por muy ficticia que sea. Pues en la imitación no importan precisamente sus fines. Incluso hay que prescindir de ellos, porque los aparatos deben servir a nuestros fines. No les es inmanente, no es un impulso interno, sino un arreglo externo de material movido mediante el cual los hombres que poseen algo, como una interioridad y aspiran ellos mismos a algo, persiguen sus fines. En la simulación técnica, la diferencia de la simulación respecto de lo simulado, el carácter de imitación como imitación, no es temático. Al contrario, cuanto menos un corazón artificial se distinga del natural tanto mejor. Uno está pensado para sustituir al otro.

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