Interpretaciones de la imitación
(continuación)
La imitación de la naturaleza como imitación de la natura naturans se ha convertido en uno de los más poderosos topoi * de la reflexión europea sobre el arte hasta, por ejemplo, Paul Kleе, quien se comprende expresamente como imitador de la naturaleza en este sentido. En qué medida las obras pictóricas que no imitan objetos naturales imitan a pesar de todo o incluso más intensamente la naturaleza; en qué consiste, por tanto, la similitud del arte como capacidad creativa con la magna mater rerum, eso es un tema sobre el cual se encuentra generalmente poca información. Particularmente porque los mismos conceptos de magna mater rerum o natura naturans son metafóricos y su significación propia no es de ninguna manera evidente.
Pero a mí me parece que la contestación a la pregunta sobre en qué consiste lo mimético de una obra de arte que en ningún sentido aparente representa alguna cosa, nos lleva a una tercera significación de "imitación de la naturaleza" a través del arte, que en realidad es la primera y fundamental, pero justamente por eso la más oculta. De esto quisiera hablar en lo que sigue.
Ciertamente, aquí tenemos que volver de nuevo al concepto más antiguo del arte, que se entiende como la capacidad de la fabricación sistemática y experta de objetos de uso. También algunos animales fabrican tales medios de uso. Digo expresamente "medios de uso" y no "objetos de uso" porque estos medios auxiliares como nidos, telas de araña, panales de abeja, etc., para los animales sólo son reales en el uso. No se convierten en "objetos", en cosas. Tampoco su fabricación es poiesis dirigida por el arte, sino que son impregnados por el análogo animal de la praxis, es decir, por la realización vital.
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