miércoles, 4 de septiembre de 2024

Referentes para orientarse

Tercer fragmento de la conferencia de Robert Spaemann titulada Sobre el ánimo para la educación. En alemán Über den Mut zur Erziehung publicada en el Frankfurter Algemeine Zeitung el 14 de abril de 1978. Incluido en libro de Robert Spaemann: Límites. Acerca de la dimensión ética del actuar, editorial EIUNSA, capítulo 42.

Rescoldos de la barbarie

El horror de la barbarie totalitaria, de la tortura, el despotismo, los asesinatos en masa y el genocidio se había producido tanto en Estados de economía capitalista como en los de economía socialista. Por tanto, había de depender en último término de algo diferente. El consenso era, por consiguiente, en primer lugar, un consenso moral. Si quisiera reducirse a una fórmula, probablemente la más apropiada sería la kantiana: «Actúa de tal modo que uses la humanidad tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro siempre a la vez como fin, nunca meramente como medio». La Constitución del estado de derecho, que es indiferente respecto del capitalismo o socialismo, se basó en este consenso moral.

No obstante, en los años sesenta se mostró que el consenso moral, que también fue ciertamente una premisa de la muy admirada reconstrucción, se sostenía sobre pies de barro. Se sustentaba en una experiencia negativa. Que Auschwitz no debía ser era admitido por todos. Pero ¿qué debe ser? Que la dignidad de la persona es inviolable está en la Constitución. Pero ¿por qué lo está? ¿En qué consiste y qué va entonces contra la dignidad de la persona? ¿Existe siquiera algo así? Skinner por ejemplo lo niega, y Skinner es una autoridad. Pero una vez se ha establecido que el hombre es para el hombre algo así como un fin en sí mismo, tampoco con ello se ha ganado gran cosa.

¿Qué es bueno para el hombre? ¿Debe haber eutanasia? ¿Debe haber pornografía? ¿Debe haber aborto? ¿Debe haber autopistas? ¿Debe haber centrales nucleares? ¿Es la televisión a diario un logro positivo? ¿Qué hace bueno al hombre y qué no? En la época de la restauración uno se atenía en primer lugar a lo tradicional que no había podido ser borrado en los doce años. Pero esto, como se mostró, más por falta de alternativa que por convicción. Helmut Schelsky escribió por aquel entonces su libro La generación escéptica (1). El escéptico tiende al conservadurismo. La energía de la voluntad de cambio presupone la decidida convicción de que las cosas irían mejor de otra manera. De otro modo rige lo siguiente: lo que se tiene, se tiene; qué se obtenga en vez de esto, no se sabe. Con este escepticismo se puede sobrevivir. Pero el escéptico no puede educar. No puede transmitirse nada sin la convicción -una convicción no escéptica- de que hay algo que merece ser transmitido.

De este modo, la generación escéptica no tenía fuerza para fundar una cultura política duradera. Cierto es que ha unido de manera imponente elementos del estado de derecho y del estado social. Pero, como Habermas ha mostrado con acierto, su capacidad de legitimación no fue suficiente para dar al estado social más contenido que el de la abstracta orientación al consumo. Criterios de la vida recta, que habrían capacitado para establecer jerarquías de intereses dotadas de contenido, no existían o en todo caso no eran susceptibles de consenso. Tales jerarquías habían de ser por tanto un asunto privado. Pero eso en la realidad sólo podía significar que en cada caso se imponen de manera natural los intereses de hecho más fuertes, y así, por ejemplo, en la construcción de las ciudades o en el planeamiento del transporte, esos intereses dieron a la reconstrucción una forma que en realidad no era expresión de ninguna voluntad consciente común.

(1) Carles Feixa: Generación XX. Teorías sobre la juventud en la era contemporánea: «En 1957 el sociólogo alemán Helmut Schelski publicó Die Skeptische Generation (La generación escéptica), que recogía diversas investigaciones sobre los valores de los jóvenes alemanes de posguerra, realizadas durante la década anterior.» Podéis consultar este ensayo que describe entre otras esta generación en https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4657548.pdf


-continuará-

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