lunes, 26 de octubre de 2015

Concepto de persona (1)

La palabra latina persona –lo mismo que el análogo concepto griego prosopon- pertenece en principio al mundo del teatro, y significa el papel, como algo diferente del que lo interpreta, equivalente al concepto actual de «los personajes y sus intérpretes». «Persona» era en principio simplemente la máscara a través de la que resonaba la voz del actor. Después, en sentido figurado, pasó a significar el rol en la sociedad, el estatus social. Tras ese rol, como su supuesto soporte, se halla siempre una «naturaleza» humana. «Persona» es, en este contexto, lo secundario, lo puesto, una segunda identidad. (1)

Para entender el cambio de perspectiva, por cuya virtud se denomina «persona» al ser que se conduce con su naturaleza como con un rol, es preciso tener presente la función que el concepto de persona desempeñó en la interpretación especulativa  de la doctrina cristiana en los primeros siglos después de Cristo. Por dos veces sirvió el concepto para resolver paradojas, que resultaban del intento de expresar conceptualmente expresiones del Nuevo Testamento y la interpretación de la Iglesia. Una de ellas la que se refiere a la doctrina trinitaria de Dios: «una naturaleza divina y tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo)», la otra respecto a Jesucristo: «dos naturalezas (divina y humana) en una persona». (2)
Boecio

En el siglo VI, en el contexto de una controversia cristológica, uno de los cuatro significados que Boecio enumera del término «natura» indica que designa no la cosa concreta, sino la forma general o esencia, mediante la cual se determina la diferencia específica de un tipo de substancias respecto a todas las demás. Dicho significado le sirve para definir el concepto de persona, según la cual la personalidad es el modo específico de las naturalezas racionales de concretarse individualmente. Persona est naturae rationabilis individua substantia
(substancia individual de naturaleza racional) (3) .

El sentido primero de la definición de Boecio es ontológico. La naturaleza racional existe como identidad. Eso significa que el individuo que existe así no se puede describir adecuadamente, su denominación no puede ser substituida por ninguna descripción. La persona es alguien, no algo. (4)

(1) Ver Robert Spaemann: Personas. Acerca de la distinción entre algo y alguien – Eunsa – Por qué llamamos «personas» a las personas. III, páginas 41 a 43.
(2) Ver Robert Spaemann: Personas. Acerca de la distinción entre algo y alguien – Eunsa – Por qué llamamos «personas» a las personas. IV, páginas 43 a 47
(3) Boethius: Liber de persona et duabus naturis, contra Eutychen et Nestorium ML, LXIV, 1343
(4) Ver Robert Spaemann: Personas. Acerca de la distinción entre algo y alguien – Eunsa – Por qué llamamos «personas» a las personas. IV, página 47 y V, página 48)


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