sábado, 26 de diciembre de 2015

Conclusiones del estudio (6)

La ética de Spaemann se basa en la unidad del ser humano. Una de las manifestaciones es su constante labor argumentativa para romper las barreras que plantean los dualismos: ética-moral, deontología-teleología, convicción-responsabilidad, razón-vida.

Donde queda patente es en la unidad indisoluble entre antropología y ética que transmite su pensamiento. No se pueden entender sus planteamientos éticos si se desconoce qué entiende por ser humano, y tampoco se puede entender el valor que da a toda vida humana (todos los seres humanos son personas; todos los seres humanos tienen dignidad) sin ponerla en relación con su reflexión ética.

En consonancia con estas premisas, critica especialmente los planteamientos del
cientificismo, del utilitarismo, especialmente el consecuencialismo, y de la ética
discursiva.

La que hace globalmente al utilitarismo puede concretarse en el epígrafe de un artículo: una ética estratégica no es ética. (1)

En la crítica a los otros tres utiliza el término reconstrucción. En el caso del cientificismo, que hace una objetivización radical del mundo incluyendo, incluso, el ser humano como objeto de hipótesis (2), pretendiendo la reconstrucción científica de la vida consciente. (3) Del consecuencialismo afirma que es una reconstrucción de la intuición moral con ayuda de un modelo técnico de optimización, y de la ética discursiva dice que es una reconstrucción de lo que es ético con la ayuda del modelo los procesos de decisión democráticos. (4)

(1) Spaemann. La perversa teoría del fin bueno.
Hobbes
(2) “Entrevistador: ¿No podría tener su crítica de la indiferencia ante naturaleza y vida sus raíces en un conocimiento científico mal enfocado? Da que pensar cuando Thomas Hobbes escribe: « Reconocer una cosa significa saber que se puede hacer con ella cuando se tiene».
Respuesta: La frase caracteriza exactamente ese tipo de ciencia moderna que desde el principio ha sido un programa híbrido. Ella, precisamente, ha prescindido sistemáticamente de que los seres naturales tienen una constitución determinada propia, de que se juegan algo, circunstancia que el hombre debe respetar. En lugar de ello, no recelan de objetivar radicalmente la naturaleza, y esta objetivación no se ha detenido siquiera ante el sujeto de ese dominio: la persona. Cuando la persona se convierte, hasta en sus actos espirituales, experimentalmente en objeto de hipótesis biológicas, esto significa que su contaminación de individuo, de sujeto, se disuelve.” (Spaemann. Una crítica a la indeferencia ante la vida.)
(3) Spaemann, Una ética contra la ciencia ficción.
(4) Spaemann. Límites. Acerca de la dimensión ética del actuar, pàgina 27.


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