«Despertar
a la realidad» es más que una metáfora. El movimiento del sueño a la conciencia
despierta se repite en el nacer de la benevolencia como razón existencial, y se
consuma en ella.
Buda Gautama |
El
perfectamente despierto, Buda, es aquel que al morir llega al fin de modo
radical y efectivo, puesto que la muerte hace desaparecer exclusivamente lo que
ya había dejado de existir: la apariencia.
Buda
es el «sublime», pues ha vencido la perspectividad y centralidad propia de la
vida. Justamente por ello se reúnen alrededor de él dioses y hombres. Él se
convierte en el centro, pues en él está presente la verdad, es decir, la nada.
Un
Buda moribundo habla ásperamente a un monje que se halla ante él para
abanicarle, pues impide que los dioses presentes puedan dirigir la vista sobre
él, el perfecto.
*Robert
Spaemann: Felicidad y benevolencia ‘1989’
(Glück und Wohlwollen) – Ediciones Rialp ‘1991’ - Segunda parte. Perdón. Página
270
(1) Sidarta Gautama, más
conocido como Buda Gautama, Sakiamuni, o simplemente el Buda, fue un sabio en
cuyas enseñanzas se fundó el Budismo. Nació en la ya desaparecida república
Sakia en las estribaciones del Himalaya. Enseñó principalmente en el noroeste
de la India. (es.wikipedia.org/wiki/Buda_Gautama)
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