martes, 24 de noviembre de 2015

Dualismo ético : eudemonismo y universalismo (y 2)

Las reacciones ante el dualismo edemonismo-universalismo hacen patente la existencia de dos fuentes de orientación de la vida moral que siguen con independencia su camino.

La primera es resignada. Se da por satisfecha con la existencia de dos fuentes de orientación de la vida moral independientes e irreductibles entre sí. Esto significa renunciar a la ética filosófica.

La segunda consiste en el intento de establecer una ordenación jerárquica entre ambos principios, a fin de lograr integrar uno de ellos en el otro. (1)

El eudemonismo conduce sólo a reglas prudenciales hipotéticas que hacen desaparecer la incondicionalidad de lo moral. Ni las reglas, ni los imperativos, ni las representaciones de la felicidad son en ningún caso lo primero, sino que son percepciones que suponen la existencia de alguien capaz de tenerlas. La percepción que convierte al ser humano en verdadero ser humano es la percepción del ser.

No hay ética sin metafísica. Ontología y ética se constituyen uno en virtud de la intuición del ser –propio y de los demás- como identidad. (2)
"Emmanuel Lévinas "entiende ser
como objetualidad... la epifania del
otro procede de un más allá del ser"
(Felicidad y benevolencia, p.27)

(1) Ver Robert Spaemann, Felicidad y benevolencia, obra citada, páginas 26 y 27
(2) Ver Robert Spaemann, Felicidad y benevolencia, obra citada, páginas 27 y 28.



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