lunes, 2 de noviembre de 2015

La ética filosófica* (y 2)

Continuación de la entrada anterior

Desarrollo de los tres puntos anotados en la entrada anterior según el planteamiento de Robert Spaemann.

l. Intentar que nuestros propios sentimientos, experiencias y juicios morales formen un conjunto coherente
Las convicciones morales poseen al principio la forma de la inmediatez y la incondicionalidad, forma que no permite relativización** alguna. No son negociables, sino que delimitan la frontera de lo negociable. Los juicios de la conciencia no están a libre disposición. No obstante, la filosofía hace de esas convicciones objeto de diálogo.
El discurso filosófico trata de comprender el fundamento de esa incondicionalidad propia de lo moral. Este intento da lugar a controversias, pues como dice Goethe «Toda palabra pronunciada suscita su contraria»***. Pero estas controversias no se refieren a la existencia del fenómeno moral, que es un hecho, sino a su correcta interpretación.
En el desarrollo de este discurso reflexivo la incondicionalidad propia de lo moral no está en discusión, lo que lo está es el contenido de convicciones morales concretas.
Eso es un motivo para ir al fondo del asunto, es decir, para preguntarnos por la regla de nuestras convicciones morales, y a partir de ese fundamento resolver en lo posible el conflicto para hacernos amigos de nosotros mismos.

2. Tratar de poner en conexión los sentimientos, experiencias y juicios morales de diferentes hombres de distintas épocas y culturas
Nos encontramos con la experiencia de la existencia de un pluralismo ético que puede hacer cuestionar la idea de unos planteamientos éticos válidos para todos. Dice Spaemann que se puede reaccionar tomando nota de esta pluralidad, postura que conduce hacia el relativismo ético, o bien reflexionando sobre qué costumbres son mejores o peores.
La postura relativista abre un abismo con la de los otros. No puede hablar de ellos sino sobre ello. Por el contrario, estar abierto a discutir con los otros sobre aquello correcto quiere decir compartir la convicción que existe lo que es correcto.
La postura de la ética filosófica es aceptar el reto de descubrir la respuesta sobre juicios morales contradictorios buscando la convicción mejor fundada y, en esta tarea, se da cuenta que hay una serie de conceptos morales que se comparten, pero sus formas o maneras de expresarse están condicionadas por la época o el grupo de que se trate.

3. Tratar de comprender los fenómenos morales como algo que tiene su origen en un fundamento común, y tratar de identificar dicho fundamento.
Spaemann vuelve a hacer referencia a la influencia de la experiencia vital en el pensamiento. Su razonamiento considera que la ética filosófica presupone la experiencia moral y muestra como esta dimensión es el fundamento sobre el que nos sostenemos y, también, las consecuencias de negarlo.
La reflexión sobre la vida y la actuación correctas, sobre la intuición que se ha expresado con las palabras bueno y malo, entra en el ámbito de la filosofía teórica. La filosofía apunta a la unidad interna de pensamiento como una condición de la amistad con uno mismo. De esta manera, no es posible desligar completamente una unidad interna de la orientación de nuestras acciones de lo que pensamos sobre la realidad, aquello que antes que nosotros y sin nosotros es como es.
Sólo podemos vivir en amistad con nosotros mismos si somos algo más que un paralelogramo de fuerzas contrapuestas y si al hacer una cosa no nos lamentamos de no poder hacer otra, es decir, si realmente podemos identificarnos con el punto de vista que guía nuestra elección.
La ética filosófica trata de desarrollar este punto de vista. De este intento resultan planteamientos diversos, que son en parte consecuencia de la diferente formulación de las preguntas y en los diferentes sentidos en que apuntan los intereses. Así, para poder relacionar distintas concepciones históricas de la ética será necesario un análisis histórico-hermenéutico.****

*Ver Robert Spaemann, Límites. Acerca de la de nuestras convicciones  ética del actuar (2001), Eiunsa (2003), ¿Qué es la ética filosófica? páginas 19 a 27.
**Incondicional: Adepto a una idea sin limitación o condición ninguna.
RelativizarIntroducir en la consideración de un asunto aspectos que atenúan su importancia. (de la definición de la RAE)
*** Johann Wolfgang von Goethe: Máximas y reflexiones (Maximen und reflexionen), Edhasa 1993. Capítulo 9
***Hermenéutica: Arte de interpretar textos y especialmente el de interpretar los textos sagrados. (definición de la RAE)


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